
Hernia Inguinal
Una hernia inguinal se produce cuando un tejido, como parte del intestino, sobresale a través de un punto débil en los músculos abdominales. El bulto resultante puede ser doloroso, especialmente cuando toses, te inclinas o levantas un objeto pesado.
Una hernia inguinal no es peligrosa necesariamente. Sin embargo, si no mejora por sí sola, puede provocar complicaciones potencialmente mortales. Es probable que el médico recomiende la cirugía para reparar una hernia inguinal que es dolorosa o que se agranda. La reparación de hernia inguinal es un procedimiento quirúrgico frecuente.

Los signos y síntomas de la hernia inguinal incluyen:
- Una protrusión en el área sobre cualquiera de los lados del pubis, que se hace más notorio cuando estás en posición vertical y especialmente cuando toses o haces un esfuerzo
- Una sensación de ardor o de dolor sobre la protrusión
- Dolor o incomodidad en la ingle, especialmente cuando te inclinas, toses o levantas algún peso
- Una sensación de pesadez o arrastre en la ingle
- Debilidad o presión en la ingle
- En ocasiones, dolor e hinchazón alrededor de los testículos cuando la parte sobresaliente del intestino desciende hacia el escroto.
Signos y Síntomas en los Niños
Las hernias inguinales en los recién nacidos y los niños son la causa de una debilidad en la pared abdominal presente en el nacimiento. A veces la hernia puede ser visible solo cuando un bebé lactante llora, tose o realiza un esfuerzo durante la evacuación intestinal. Se puede volver irritable y tener menos apetito que lo habitual.
En un niño más grande, es probable que la hernia sea más notoria cuando el niño tose o realiza esfuerzos durante la evacuación intestinal o permanece de pie durante un largo período.